30 de noviembre 2015
#Queremos hacer.
Se dice que el ser humano es el único capaz de ser
consciente de su propia muerte, y siempre que lo he oído mi sensación ha sido
de orgullo, de elegante inteligencia y superioridad. Pero no creo ahora que eso
sea tan así. Tener constancia de la invención que supone el tiempo es sentir
esa sensación de aburrimiento activo en la que no paras de buscar cosas que
hacer y ninguna te satisface. El tiempo, como las matemáticas, son inventos
humanos para hacer el mundo más sencillo y comprensible. Por eso parece que
somos cada vez más máquinas. Dividimos el tiempo para hacer más cosas, nos
aferramos a la idea de que cuanto más rápido pase, mejor; que cuantas más cosas
quepan en él más grande se hace. Queremos una vida longeva llena de
experiencias amontonadas. No queremos que pase el tiempo... porque no queremos
envejecer, porque con el paso del tiempo lo bueno se acaba, lo que ha subido
baja y todos mueren.
Queremos hacer. Dos verbos que resumen la condición humana.
La primera persona del plural con sujeto omitido que precede al verbo de la
letra muda. Escribimos cinco letras y pronunciamos cuatro; suena a propósito de
fin de año. Siempre deseando, toda la vida puesta en el futuro, arrojada y
expectante.
¿Qué es el futuro?
El futuro es un lugar donde siempre habita la mejor versión
de nosotros, es un espacio donde cabe el mundo entero, donde habremos aprendido
de los errores, donde sabremos cómo ser felices; allí se nos habrá curado todo, estaremos de pie después de habernos levantado ocho veces de siete
caídas. Es un tiempo donde hemos aprendido del pasado, donde pondremos en práctica,
por fin, el carpe diem. Allí estarán ellos, y ella, o él, y los demás. Siempre
hay gente que sonríe en el futuro; y a penas quedarán lágrimas cuando
lleguemos.
Queremos hacer. Intención vaporosa y solidaria. Es una buena
intención, una proposición que sueña que puede cambiar el mundo. Sólo basta con
querer, quererlo muy fuerte y mucho, te dicen. Un queremos sin pizca de amor,
un verbo que al conjugarlo varía su significado. Cada vez significa más cosas,
y cada vez menos. Cuanto más, menos. Siempre es así. Cuanto más tiempo fuera,
menos tiempo dentro. Cuantas más cosas quieres, menos tiempo tienes para ellas.
Cuanto más tiempo tienes para tus cosas, menos puedes hacer.
¿Por qué queremos hacerlo todo?
Porque creemos que si
perdemos el tiempo perdemos dinero. El tiempo es oro. ¡Pues deme todo el
tiempo del mundo y seré rico, para ti tus billetes, yo tengo oro! Pero el
tiempo no existe, por eso todos nos vamos sin nada. ¿O es el oro lo que no
existe, y por eso nos vamos de esa manera?
Ya no necesitamos las dos monedas para Caronte, y eso
es porque ya no sabemos hacia dónde vamos.